Johnny Marr – Fever Dreams Pts. 1-4 (BMG)
No seré yo quien pueda discutir a Johnny Marr ni un solo acorde de su trayectoria. Su dupla junto a Morrissey a la hora de crear el sólido armazón sobre el que se construyó la discografía de The Smiths le ha valido un destacado lugar en la historia, no solo como uno de los guitarristas más talentosos, ingeniosos y personales del pop, sino por su privilegiada visión para componer melodías que aún hoy, casi cuarenta años después, no han sido igualadas por nadie. Sus méritos y su reputación le preceden, y siempre le hemos reconocido la decisión de animarse a dar un paso al frente para firmar sus propias canciones más allá de ser gregario de lujo con The Pretenders, The The, Modest Mouse o The Cribs, asomar la patita en su aventura junto a Bernard Sumner (Electronic) o decepcionar al personal con el trabajo junto a los Healers.
El de Manchester resurgía como un activo al que tener en cuenta en el musculoso The Messenger (2013), al que siguieron el discreto Playland (2014) y el inspirado Call The Comet (2018), todos ellos trabajos correctos, que salvo en algún que otro chispazo, no contienen ningún momento verdaderamente memorable. Poco a poco ha ido encontrando un espacio propio entre las guitarras postpunk, el revisionismo de la mejor tradición británica, su personal tono melódico y los guiños a su propia historia y a la de gran parte de las bandas de su ciudad natal.
En Fever Dreams Pts. 1-4, entregado en cuatro EPs de cuatro temas que han terminado por configurar un álbum de dieciséis, volvemos a esos mismos planteamientos aunque en un tono más épico. No hay nada malo en su conjunto -quizá su duración-, tampoco ninguna sorpresa. Eso sí, el disco cuenta con una brillante producción que realza su contundente sonido, a base de riffs vigorizantes, una electrónica robusta, secuenciadores y bucles de batería que desde la inicial «Spirit Power and Soul» marca una intención ascendente. Algo complicado de mantener arriba durante setenta y dos minutos, menos aún si ahondamos en sus letras, pero que a pesar de ello contiene canciones en las que detenerse. Ahí están la pegadiza «Receiver» y una «Ariel» que están entre lo mejor del conjunto, aparte de los ecos britpop de «All These Days» o «Lightning People», la mágica guitarra de «Night And Day», la potencia de «Hideway Day» y «Tenement Time» o la apacible «Human» con la que se despide.
Fever Dreams Pts. 1-4 es un disco de auto reivindicación, en el que el de Manchester pone todo de su parte para que todo suene tan urgente y vital… como manido.
Escucha Johnny Marr – Fever Dreams Pts. 1-4