Entrevistamos a Kokoshca por ‘La Juventud’
La Juventud, el título del nuevo y flamante largo de Kokoshca, no es solo un estado de ánimo sino también una clara alusión a lo bien que le sienta el paso del tiempo a sus canciones.
Como buenos corredores de fondo, han ido consolidando un discurso inquieto e inconformista que ahora sirve de inspiración para un catálogo de bandas que vuelven a apostar por la importancia de las guitarras a la hora de definir su sonido, algo de lo que da buena cuenta No Sonamos Mal. Crónica oral de la nueva escena indie de guitarras, el nuevo libro de la editorial Muzikalia.
Charlamos con Iñaki López, su carismático cantante y guitarrista, sobre este brillante retorno que suena a clásico instantáneo, como ya nos tienen acostumbrados.
«Al revisar el material que habíamos hecho esta vez vimos que las canciones tenían en común un sentido de juventud, pero no desde el “peterpanismo”, sino como si fuésemos un medio para reflejar estas energías desde nuestra madurez»
Tenéis un podcast llamada La Juventud y habéis titulado también así al disco. ¿Qué representa para vosotros este concepto?
Creemos que es un estado en el que empiezas a diagnosticar ciertas críticas y a darte cuenta de que las cosas quizás no sean como te han contado. Es un tiempo para hacer tu camino pero a la vez no tienes ni puta idea de cómo empezar, hablo de la adolescencia en general. La juventud es un estado mental en el que crees que tu historia personal aún está por escribir, tienes energía y eres un poco inconsciente. Eso por definición, no lo que sentimos nosotros. En cuanto al disco sí que le hemos dado ese rollo conceptual pero no de manera premeditada. Nosotros hacemos canciones en un periodo de tiempo, según lo que vivimos y sentimos en ese momento, y al revisar el material que habíamos hecho esta vez sí que vimos que las canciones tenían en común un sentido de juventud, una energía similar entre ellas, pero no desde el “peterpanismo” sino como si fuésemos un medio, un contenedor, para reflejar estas energías desde nuestra madurez, con algún toque paternalista o elementos nostálgicos.
Abrís el disco con un discurso de Pepe Mujica, expresidente uruguayo y gran referente en la lucha por los derechos sociales. ¿Creéis que hace falta más gente como él tomando decisiones?
Sí, claro. Hace falta más humanistas y menos tecnócratas. Hace falta ente menos vendida al mercado y que mire más por los ciudadanos.
Repartís más las tareas vocales en este disco que en los anteriores.
Es probable, la verdad es que no lo hacemos de manera consciente. Hay canciones que piden más el timbre vocal de Amaia y otras en las que jugamos más a esa dualidad rollo Pimpinela (risas) de chico y chica y otras como “Parkour” en las que canto yo más como voz principal. Las canciones son las que te llevan a eso.
¿Cómo funcionáis a la hora de componer teniendo en cuenta lo marcado de vuestras personalidades por separado?
Hay una variedad de maneras pero sí que se repite un patrón. Al no vivir todos en la misma ciudad, es difícil juntarnos y ensayar en el estudio, me gustaría que eso fuese mucho más a menudo. Hay veces que yo compongo melodías o las compone Amaia y las comparte. A veces todo empieza de manera absurda, como por ejemplo con un riff, o un “lalala” o simplemente copiar una canción y modificarla sin que nadie se dé cuenta. En cuanto a las letras, Leonard Cohen decía “te estás metiendo en terrenos divinos, mejor no voy a responder” (risas), pero yo te voy a responder. La verdad es que es lo que se nos ocurra en ese momento. Una vez que ya tienes la idea, vas a por ello, y ya es trabajo, trabajo y trabajo y luego puesta en común. Si yo saco una línea adelante, la comparto con Amaia y ella la termina o viceversa, o vamos al local y se modifica, y en este caso han ido surgiendo. En este disco hay varias de estas modalidades, pero sí que es verdad que la etra suele venir después. Tienes una frase o una idea y la vas trabajando. Por ejemplo, “Sácame A Bailar” va sobre la idea de que hace tiempo que no ves a los demás, y piensas “va, sácame a bailar”.
Hablemos del single “Parkour”, que a simple vista puede servir de reclamo para aquellos que vivimos en ciudades convertidas en parques temáticos.
Es una oda individualista. Podría ser la equivalente a “Un Metro Cuadrado” de Vainica Doble. Habla de seguir tu camino que igual no es el más recto, por eso metemos el concepto de parkour, en el sentido de sentirte libre e ir a tu bola con lo que ello conlleva. Tiene esa energía de salir a la calle y desconectar de aquello que te está quemando, pero luego sales a la calle y ves obras y ruido. Esta canción es mía, fui al local y les dije que tenía una canción llamada “Parkour” y me miraron en plan “¿qué dices?”. Reclama libertad.
Os tomáis vuestro tiempo ente disco y disco.
Bueno, sacamos disco en 2021, un EP al año siguiente y este disco estaba grabado en enero de 2024. La historia es que por fechas de promoción y organización del propio sello, decidimos hacerlo así. Creo que llevamos un buen promedio. La gente saca un single cada tres meses y parece que está más repartido. También es verdad que al vivir cada miembro de la banda en ciudades diferentes, es más difícil. Además, cuando no viene la inspiración hay que trabajarla, pero vamos bien.
¿Cómo surge la idea del podcast ‘La Juventud?
Pues mira, en estos tiempos de promoción no nos sentimos a gusto con determinados patrones, desde el sello tuvimos una reunión y salió esta idea que nos gustó a todos. Yo ya tuve un podcast en el pasado. La idea es dar voz también a la gente para que nos comparta lo que quiera y está funcionando. Queremos seguir con él. También hacemos entrevistas.
En uno de los capítulos, Ana Pacheco clasifica vuestros temas en “canciones para no olvidar a alguien, canciones para no trabajar y canciones para no acabar la fiesta”.
Nos gustó porque fue como un psicoanálisis del que nosotros no éramos conscientes. No todas nuestras canciones van de eso pero sí es una temática que puede repetirse.
«Ser artista en un país como España, es lo más underground que puedes ser»
Siempre me han parecido importantes las letras en vuestro discurso. Siendo actualmente una banda de pop, combináis el lado emocional y el social y comprometido en los textos. Disparáis con la ironía que también comparten Los Punsetes, por ejemplo, pero sin su mala hostia, digamos.
Es cierto que Los Punsetes quizás tienen más mala hostia y nosotros buscamos, por decirlo de algún modo, hacer un tipo de canción más universal, pero la actitud punk la tenemos. Ser artista en un país como España, es lo más underground que puedes ser (risas). Sí que hemos mantenido esa actitud contestataria, crítica y ácrata en la vida.
Habéis repetido grabación con Raúl Pérez en La Mina. ¿Qué consigue sacar de vuestro sonido que os lleva a repetir?
Yo hago la preproducción digamos “estética” en mi estudio a nivel bofetada, y con eso vamos a Raúl que tiene un concepto de crear una unidad sonora, de darle empaque a todo, porque igual yo le mando una canción que suena a electropop y otra funk. Es muy gratificante trabajar con él porque le da sentido a todo y nosotros no podemos acceder ese lado del asunto. Es difícil encontrar a alguien así, nos suma.
Tras dieciséis años en la brecha, ¿cómo percibes el cambio desde vuestros inicios a nivel de escena, logística…?
En un capítulo del podcast entrevistamos a Ariadna de Punsetes y a Diego y a Martín de Carolina Durante, y salió ese tema. Y veníamos a convenir que de esa generación de la época myspace quedamos pocos: Mujeres, Los Punsetes, Triángulo de Amor Bizarro y nosotros. Me cuesta decir alguno más de esa época alrededor de 2006-2007. Ahora las demandas son otras a nivel de inmediatez, pero hay algo positivo ahora en términos de industrializar la escena underground sin ruborizarse. Creo que en España no había de eso. Ahora se realza más el perfil individual.
¿Cómo os sentís en Sonido Muchacho, que de algún modo funciona como aglutinador de bandas en la onda que mencionas, con muchos elementos en común?
Sonido Muchacho han introducido un elemento de industria en la música underground que hacía falta porque había mucho “malditismo” en ese sentido, y un rollo muy naive en los inicios de muchos grupos. Es verdad que Sonido Muchacho abarcan muchos grupos, pero nos tratan bien y creo que es necesario profesionalizar los sellos también, para que cada vez contraten a más gente. Creo que han trascendido en la historia del pop alternativo español.
Vuestro anterior trabajo, el homónimo ‘Kokoshca’ de 2021 me acompañó mucho durante esa época en la que salíamos de la pandemia. Creo que este nuevo trabajo hilvana muy bien con esa atmósfera del predecesor creando una dupla muy coherente, es también pop y suena efervescente, un disco para acompañarte en varios estados emocionales. ¿Qué supone para vosotros en vuestra trayectoria?
Hay varios puntos en común en ellos. Es verdad que antes del disco homónimo, íbamos muy por libre, por ejemplo en el disco El Mal (Sonido Muchacho, 2018), había canciones de siete minutos, digamos que más libres de estructura. Sin embargo, en estos dos últimos discos, ambos grabados con Raúl, las canciones son más pop, de estructura más establecida, más concisa, con ritmo y estribillos. Me parece más complicado hacer una buena canción pop que música experimental. Ojo, que ambas me parecen complicadas en sí. Quién sabe, ahora mismo estamos en este rollo pero igual en el futuro nos apetece hacer un disco de trash-metal (risas).
Clasificando un poco las canciones del disco, diría que hay tres ganchos directos en forma de single marca de la casa: “La Juventud”, “Huella De Ti” y “Parkour”, que logran meterte en situación y atraparte, “Lo Que Hay En Mí” me sugiere psicodelia Madchester , brumas espectrales que marcan el pulso de “El Verano”, con contraste entre el título y la letra y su atmósfera, más de final de verano, rollo circense para “Mi Barrio”, es evocadora con un tono lúdico en su instrumentación con esas trompetas, “Sácame A Bailar” me recuerda a Saint Etienne, y para redondear lo ecléctico del conjunto, el aire dubstep de “Nos Pasa Siempre” que abre nuevos caminos, antes de encarar el cierre con “Es Una Suerte” que me hace pensar en una especie de homenaje al sonido Elefant remitiéndome a Family, también algo Planetas. Ahora me puedes poner verde si no te cuadra nada (risas). Creo que en conjunto, os ha salido el disco más variado de vuestra trayectoria.
Muy de acuerdo en el rollo manchesteriano de “Lo Que Hay En Mí”, que tiene un rollo entre Happy Mondays y Silver Apples. Entiendo que veas el rollo Elefant en “Es Una Suerte” pero nos ha inspirado más el italo-disco o el sonido francés. Fue una canción que nace inspirada por Stromae y Billie Eilish. ¿Saint Etienne en “Sácame A Bailar”? Vale, aunque yo no escucho mucho a Saint Etienne, por ello me iría más a Chromatics. Luego, estamos pensando en hacer remixes de “Nos Pasa Siempre”, creo que se presta a ello. Puede que este sea nuestro disco más variado, lo cual también es un riesgo a la hora de que la gente nos identifique, como puede suceder con Ramones o Mujeres. Queremos que suene a Kokoshca.
“Ni estudio, ni trabajo” es la primera frase cantada del disco. Queda claro que no os olvidáis de la inoperancia de la clase media para al menos alzar la voz ante la deriva de las cosas a todos los niveles. La sociedad está muy polarizada pero poca gente se queja. Jugáis con la temática sentimental de las letras pop de toda la vida pero no dais la espalda a vuestra clásica reivindicación que elude conformarse con lo que hay.
Somos un grupo político como podría ser Vainica Doble, por ejemplo, pero somos parte del momento, ya que tenemos una necesidad de contar el contexto en el que vives con conciencia de clase, por tanto, aunque nuestra intención no es ser un grupo reivindicativo en ese sentido, sí que nos sentimos parte de lo que está pasando y queremos contarlo en las canciones.
Hablabas de la posibilidad de hacer remixes de “Nos Pasa Siempre”. Es palpable que os gusta jugar con las canciones y darles diferentes vidas. ¿Cómo resultó la experiencia de grabar con Erik Urano y Kiliki Frexko las canciones “Futuro” y “Chubi Chubi” del ep Nuestro Futuro de 2023?
Sí que nos gusta, aunque justamente en este disco no hay ninguna colaboración, pero en el ep que mencionas están los dos raperos que dices, y es que siempre me hubiera gustado ser MC (risas). Creo que puede encajar, además se ha hecho siempre, por ejemplo Chuck D con Sonic Youth. No es algo nuevo tampoco. Algo muy curioso fue lo de El Drogas cantando un vals con violines. Todo el mundo sabe que lo suyo es el rock urbano, pero también le da bien a las baladas, como Nick Cave con Kylie Minogue o PJ Harvey.
Kokoshca siempre han sido un grupo con un directo contundente e infalible.
Una cosa que no ha cambiado con el tiempo es esa energía del directo, del contacto con el público. Es algo que, si sale bien, es muy guay, inefable. Vamos a ir sumando fechas a la gira y tenemos muchas ganas de tocar las canciones. Que la gente se anime y vaya a vernos. Mejorar y pasárnoslo bien.
¿Sois de las bandas a las que les influye en el proceso de grabación lo que estáis escuchando en ese momento?
No soy una persona que esté escuchando música constantemente, aunque sí lo he sido en el pasado, así que me puede influenciar cualquier cosa. Amaia compuso “Mi Barrio” que es un poco como un corrido tumbado que es un poco la tendencia que hay en Méjico ahora mismo con gente como Peso Pluma, que era lo que ella escuchaba en esa época y al componerla le influenció. Yo puedo pasar de Battiato a una canción setentera u ochentera y llevarla ahora. Sí que te influye pero no hasta el punto de decir que estoy pasando por une época tal o cual en cuanto a géneros.
Da la sensación de que os lo debéis pasar bastante bien a la hora de juntaros y componer por ese rollo de que jugáis con bastantes estilos y os gusta probar cosas diferentes fruto de lo que más os gusta como músicos y como oyentes, de manera que formáis un colectivo bastante mutante, algo que se palpa en las canciones.
Necesitamos no tener prejuicios, pero he temido que la gente no nos encasille porque necesitan un concepto claro. Estos qué son: ¿indies?, ¿poperos?, ¿roqueros?… Por ello igual la gente se pierde, aunque es lo que nos sale. Somos muy eclécticos en cuanto a gustos y hacemos lo que nos surge, aunque es cierto que todo pivota alrededor del underground o del indie.
Como hablábamos antes, los textos son uno de los fuertes en el discurso de Kokoshca. ¿Le dais muchas vueltas a las letras?
Ha habido una evolución importante en este sentido, desde los fonemas, las rimas, la síntesis hasta apelar a lo que los textos signifiquen para cada oyente. Intentar universalizar y que el mensaje lo haga suyo el oyente.
Hablando de los dos últimos discos, parece que os gusta salir en las portadas. Ambas fotos son bastante impactantes. ¿Es una declaración de intenciones el mostraros así los cuatro?
Pues sí, esos son debates que tenemos a veces y son las conclusiones las que llegamos. En este caso tenía más sentido porque la foto de la portada es como un momento congelado en el tiempo, en el que no parecemos para nada jóvenes. Nos parecía bonito. A la gente le ha gustado, creo.