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Marc Almond – Chaos and a dancing star (BMG)

Con Marc Almond uno tiene la sensación de estar viviendo en una prolongada y fascinante bola extra. Hace ahora diez años anunció que no iba a publicar más discos con canciones originales. De hecho, en los últimos quince años sus trabajos han incluido, principalmente, versiones. Pero la cabra tira al monte, y el ex vocalista de Soft Cell está viviendo un interesante momento creativo. Excelente, sublime diría yo, en The Velvet Trail (Cherry Red, 2015); algo más discreto, pero igualmente emotivo, en este Chaos and a Dancing Star (BMG, 2020) que nos ocupa.

Almond vuelve a trabajar con el productor con el que hizo el espléndido The Velvet Trail partiendo de un concepto ambicioso desde el propio título, extraído del libro Así Habló Zaratustra. Su autor, el filósofo Nietzsche, pone en boca de su protagonista la siguiente frase en uno de sus discursos al pueblo: “Yo os lo anuncio: es preciso llevar aún algún caos dentro de sí para poder engendrar estrellas danzarinas”. Es decir, la creatividad brota con más facilidad de la locura y el caos que de la estabilidad y el conformismo. No parece haber mejor definición para la música de Marc Almond, un artista en el sentido más extenso de la palabra que hace surgir estrellas danzarinas del caos que parece hervir en su interior.

El disco arrancó también ambicioso en lo musical. Parece ser que Almond y Chris Braide pensaban hacer un álbum de rock progresivo. De nuevo las aguas no tienen más remedio que volver a su cauce, así que aquí tenemos otro de esos trabajos románticos, trágicos, épicos y teatrales a los que Marc Almond nos tiene acostumbrados desde hace casi un par de décadas. Alguna guitarra extraviada ha quedado como remanente del proyecto inicial, como las que cierran “Black sunrise” o más tímidamente “Hollywood Forever”. También la mítica flauta de Ian Anderson en “Lord of Misrule”, la canción que quizás se ciñe más al concepto original. Pero en general el disco transcurre plácido, melancólico y decadente, quizás con la salvedad de la sorprendente “Slow burn love”, el único tema en el que parece haber concesiones al optimismo con su pop ligero y bailable, deudor de cierta música disco soft de los 70. También musicalmente se salen del guion “Chaos”, una canción con una base más sintética que el resto, y “Fighting a war” con su ritmo glam. Por lo demás, un álbum de letras apocalípticas que abordan temas como el amor, la belleza, la frivolidad, la vida y la muerte desde una óptica que oscila entre la dignidad y la resignación. Con mucho protagonismo del piano, con mucha teatralidad (“Dreaming of sea”).

 

En la mencionada “Hollywood Forever” nos muestra el lado más nostálgico y efímero de la fama, evidente sobre todo cuando uno cae en que el título hace referencia al famoso cementerio de las estrellas en el que reposan, entre otros, Rodolfo Valentino, Mickey Rooney, Judy Garland o los mismísimos Johnny y Dee Dee Ramone. “Chevrolet Corvette Stingray” empieza como una vieja balada de Elton John y de nuevo deja un poso de amargura: siempre nos enamoramos de quien no deberíamos, el materialismo domina sobre los sentimientos, los envases más lujosos suelen estar vacíos. “Dust”, por si cabe todavía alguna duda, nos lo recuerda: somos polvo.

Marc Almond ha conseguido en esta última década lo que muchos artistas persiguen a lo largo de su vida sin lograrlo: tener un lenguaje propio, casi exclusivo, una narrativa reconocible tanto en lo lírico como en lo musical, y además entregar algunos de sus discos más entrañables. No sé si esperar algo más, o ponerlo ya la altura de los últimos Cohen y Bowie.

Escucha Marc Almond – Chaos and a dancing star

 

Un comentario en «Marc Almond – Chaos and a dancing star (BMG)»

  • Marc es un maestro y me gusta mucho el tono que están adquiriendo sus últimos discos. Entre el pop atemporal y los crooners clásicos

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