Mogwai – As The Love Continues (Temporary Residence Limited)
Últimamente pienso mucho en este tipo de bandas. Algunas, no muchas, hermandades de músicos que llevan aguantando contra viento y marea desde ni se sabe cuándo, empeñadas en seguir un discurso a contracorriente de todo. Son uno de los grandes regalos que nos ha dado el rock. Y uno de los secretos de su supervivencia. Ese rock que cuando alguien se refiere a una banda como Mogwai suele llevar el “post” delante, pero que no deja de ser el mismo tipo de música. Porque Mogwai son rock, tan rock como los Who.
Lo han sido desde sus inicios, con aquél Young Team, que en 1997 nos dejaba a muchos boquiabiertos a base de transgresión e intensidad sónica. O por ejemplo, aquél disco cuyo título da un poco la razón a mi anterior afirmación, Rock Action (2001), que definitivamente les afianzó como algo mucho más allá de flor de un día. Algo que ellos se han tomado tan en serio, que no han parado de publicar desde entonces discos -convencionales o bandas sonoras- que nunca han dejado de superar el notable. Y en este último, que llega a modo de celebración de 25 años juntos, alcanzan por todo lo alto el sobresaliente.
Algo determinante para ello ha sido la reunión que tuvo lugar con ocasión de su anterior trabajo, Every Country’s Sun (2017), con el productor que les ayudó a construir su sonido en dos de sus discos capitales, el citado Rock Action y C’mon Die Young. No trabajaban con él desde hace 15 años, pero Dave Fridman siempre supo dar a la banda justo lo que necesitaba. No han sido excepciones a esa regla ni su anterior álbum ni este último, décimo de su carrera, que lleva un título tan gráfico como As The Love Continues. Y que tiene sabor a clásico.
Mogwai, en 25 años, ha sabido crecer sin perder personalidad. Por eso no hay problema en reconocer su estilo a pesar de que hace ya tiempo que abandonaron la violencia, a veces extrema, que exhiben sus discos hasta bien entrado este siglo. Será por la edad o por riesgo de agotamiento de fórmula, pero el caso es que los escoceses llevan tiempo siendo más accesibles y, sobretodo, más cinematográficos.
Su disco de pandemia estaba ya cimentado antes de que el encierro les hiciera ponerse a trabajar de firme. Nada nuevo para ellos, por otro lado, acostumbrados ya a trabajar cada uno desde casa. Lo grabaron juntos -Covid safe- en los británicos estudios Vada y Fridmann produjo remotamente. De esta forma el disco ha estado bien urdido y ha podido beneficiarse de un sonido tremendamente orgánico. Se nota que había necesidad de sacar a flote este material.
Coincidiendo con la fecha de edición de su primer single 25 años atrás, el álbum apareció para coronar, sorpresivamente, las listas británicas y acceder a los primeros puestos de varios países europeos, así como recibir todo tipo de parabienes de la prensa especializada. Algo surrealista, en palabras de la banda, pero plenamente merecido, a la vista de los resultados.
As The Love Continues, escuchado con paciencia, es uno de esos discos, tan adictivos que uno quisiera que no acabaran nunca. La secuencia de canciones, pese a jugar con tempos y texturas variadas, ofrece tal cohesión y hace tan partícipe al oyente de la experiencia sinérgica que obtienen sus autores al hacer su música, que es imposible no caer rendido. Uno puede quedarse a vivir en este disco. En canciones tan panorámicas y espectaculares como “Dry fantasy”, “Midnight flit” o la única que canta Stuart Braithwaite, ese “Ritchie Sacramento” dedicado a varios amigos desaparecidos, como el añorado David Berman. Todo eso se salda con un disco bello, intenso y repleto de la sabiduría que cuatro buenos amigos han ido adquiriendo a lo largo de 25 años de carrera intachable. Menudo autohomenaje se han marcado.
Escucha Mogwai – As The Love Continues
Esto si es un discazo y no la gilipollez de c.tangana.