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The Lemon Twigs (Kafe Antzokia) Bilbao 29/05/2024

Lejos queda aquel concierto en la carpa del BBK Live de 2017, donde unos adolescentes y excéntricos hermanos D’Addario venidos de Long Island sorprendían a todos los asistentes. En un ya tradicional día tormentoso del festival bilbaíno, la gente se resguardaba y abarrotaba la carpa en el momento en que empezaban a tocar The Lemon Twigs. Un golpe de suerte que Michael (18 años) y Brian (20), aprovechaban para presentar su primer disco Do Hollywood (2016). Eran un torbellino en el escenario y para los que no los conocíamos, una propuesta muy original. Un concierto inesperado. Un híbrido entre pop-rock sesentero y el glam más gamberro. Excepto la bajista, todos los integrantes pasaban por todos los instrumentos, haciendo gala de sus dotes musicales. Un concierto que impactaba y hacía estar con un ojo puesto en la evolución de esta banda neoyorquina.

A lo largo de los años han ido sacando discos y su sonido ha ido madurando y pasando de “tienen un aire setentero” a “parecen recién salidos de los 70”. A pesar de tener musical y estéticamente muchas similitudes con The Beatles, The Beach Boys o The Byrds, cuentan con un sonido muy característico.

El concierto del Kafe Antzokia empezaba sin previo aviso, ni teloneros que hicieran un calentamiento. La mítica sala de Bilbao rozaba el sold out y el público contaba con una gran mayoría cercana a la década evocada por las canciones de The Lemon Twigs. Hacía siete años y cuatro discos que los hermanos D’Addario no pasaban por la capital vizcaína y la gente estaba ansiosa. Abrían el bolo con «My Golden Years» y «In My Head», dos de los singles más sonados de sus dos últimos discos.

El concierto transcurría según lo previsto. Canciones con estructuras simples, pero con melodías y progresiones de acordes complejos. Su anteúltimo disco Everything Harmony (2023), no hacía sino vaticinar los juegos armónicos a los que jugarían en la mayoría de sus últimos temas Brian y Michael con sus voces. Cabía la duda de si las canciones de sus dos últimos trabajos podrían hacerse un poco repetitivas en directo. Temas más maduros y menos enérgicos que las de los dos primeros LP. La duda se disipó a escasos minutos de empezar. Un sonido potente con Reza Matin en la batería y Danny Ayala al bajo y teclas. Cada tema sonaba con más fuerza que lo escuchado en disco.

El clímax de la primera parte del concierto llegó cuando Michael tomó las riendas de la batería (como antaño) y puso en práctica sus típicos malabares con baquetas. Con esta formación tocaron «I Wanna Prove To You», del disco debut. El primer cierre fue con la rockera «Tailor Made», uno de los muchos temas que hicieron bailar y corear al público como si se tratara de un gran clásico. La banda se fue para volver casi sin esperar a la petición del público. Volvía Brian solo, en penumbra y con una guitarra acústica. Así tocó tres temas («Corner Of My Eye», «If You Give Enough» y «When Winter Comes Around») y se convirtió en el momento más íntimo de la noche. Sobre todo con la primera, donde el público acompañó a Brian coreando el estribillo a pleno pulmón.

Tras esto, hicieron una gran versión de «Good Vibrations» de TheBeach Boys. Seguro que guardan un buen recuerdo de Bilbao y esta canción, ya que en aquel BBK Live de 2017 coincidieron con Brian Wilson, que era uno de los cabezas de cartel del festival. Un momento inolvidable para ellos, al que quisieron rendirle un gran homenaje. Como colofón a esta fiesta musical tocaron «Rock On (Over and Over)». La canción que cierra su último disco A Dream Is All We Know (2024) sirvió para dejar un buen sabor de boca a los asistentes, que pese a ser un triste miércoles, lo dieron todo para que no lo pareciera.

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