Libro: Hijos del Brexit: Nueva escena musical en las islas británicas (Levanta Fuego)

El título de este libro es claro y definitorio. El Brexit ha originado el despliegue de toda una serie de grupos que canalizan su rabia a través de la música y su performatividad. ¿Forman una escena? Los mismos autores (Dani Vega, Txema Urdampilleta, Enrique Zamorano y Victor Terrazas) de Hijos del Brexit: Nueva escena musical en las islas británicas (Levanta Fuego, 2022) parecen estar de acuerdo de que no. La razón es simple: el punk se originó, por un lado, como reacción a un legado musical que estaba muerto, y por otro, no creo que se intentara crear una escena, sino que fue un escupitajo a un sistema neoliberal que ya se las ingenió para regular las soflamas e integrarlas en la cadena de valores del capital.

Los grupos que aquí se resaltan como Fontaines D.C., shame, IDLES, Fat White Family, etc. son células de rabia contenida, de detritus humano en la época de los reels y los simulacros de vida. Cada una de las bandas expresan ese angst juvenil porque ya solo nos queda el pataleo y hacer ruido.

En estas páginas se encuentra un somero repaso a lo que supuso el punk británico durante el mandato de Margaret Thatcher (se incluye un apartado dedicado a los The Smiths a mi parecer bastante pertinente), y cómo ese legado ha impulsado a una nueva generación de jóvenes airados.

La globalización ahora permite que toda la música esté a nuestra disposición, por lo tanto, el término punk (en su sentido primigenio de célula disidente que se apoyaba en el DIY) ya ha perdido mucho de su sentido. Las grandes multinacionales y los eventos multitudinarios gestionados por bancos o bebidas alcohólicas son el horizonte de un futuro cancelado. A todo esto, las redes sociales fomentan el solipsismo, con lo que el debate público ya tiene sus propios lobbies para dirigir nuestros “yoes”. El lema punky de “no future” esta caduco, exento de significado. Ya no es posible pensar un futuro, y en la actualidad este nuevo punk no tiene la fuerza regeneradora de cierto simbolismo que abriera brechas en una sociedad carcomida por las desigualdades sociales. El post-punk actual es una depresión colectiva, un rugido eléctrico para que al menos no se les cercene su propio “yo” en esta espiral insana de realismo capitalista.

Puedes comprar el libro Hijos del Brexit: Nueva escena musical en las islas británicas (Levanta Fuego) en la web de su editorial.

 

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