Entrevistamos a Peter Hook, que nos visita
Peter Hook & The Light vuelven a nuestro país [6 de marzo sala Mon – Valencia (entradas), 7 de marzo Wagon (Sala LAB) – Madrid (entradas), 8 de marzo Salamandra – Hospitalet, Barcelona (entradas)], a repasar los álbumes Substance de New Order y Joy Division, dos recopilatorios emblemáticos lanzados por Factory Records en 1987 y 1988, respectivamente.
Dos excelentes compilaciones que han servido de puerta de entrada a dos universos tan personales, como influyentes. En 1987, New Order lanzó Substance, un recopilatorio que aglutinó sus sencillos más destacados hasta ese momento consolidando la transición del post-punk al dance alternativo, sino que también incluyó temas inéditos y versiones extendidas que capturaron la evolución sonora del grupo. Canciones como «Blue Monday» y «Bizarre Love Triangle» se erigieron como himnos de una generación, reflejando la simbiosis entre la música electrónica emergente y las raíces de la agrupación.
Un año después llegaría el Substance de Joy Division, una retrospectiva para ahondar en la intensidad y profundidad lírica que caracterizó al grupo del desaparecido Ian Curtis, incluyendo todos sus sencillos editados, además de algunas de sus grandes canciones. El bajista vendrá acompañado de sus compañeros de The Light, para revivir ambos discos en conciertos de casi tres horas en los que los interpretará en su totalidad.
Desde 2010, Peter Hook ha emprendido una labor meticulosa de revitalización del legado musical de sus dos formaciones, ya no solo reivindicando todos esos temas, sino reafirmando la vigencia y relevancia de estas obras en nuestros días. Aprovechamos su visita para entrevistarle, mirar a pasado y futuro y comprobar qué nos depararán estos conciertos.
«Por suerte, se hablará de mi contribución al mundo de la música y se escuchará para siempre. Estoy muy orgulloso de ello»
Tanto Substance de Joy Division como Substance de New Order han sido esenciales para muchos, sirviendo como puerta de entrada a dos mundos muy especiales. ¿Cómo decidiste que era el momento adecuado para interpretarlos en su totalidad en vivo?
Mi esperanza en 2010 cuando empecé con el proyecto de Peter Hook & The Light era tocar todas las canciones que ambas bandas habían escrito y grabado, antes de morir. Esos dos LPs eran, cronológicamente, los siguientes en la lista de todas las giras que hemos hecho hasta ahora.
¿Qué significan para ti estas recopilaciones?
Cosas diferentes. La de Joy Division es una colección de sencillos que regalamos, básicamente porque cuando se publicaron éramos jóvenes y estúpidos. La de New Order fue simplemente para que Tony Wilson pudiera escuchar todos los sencillos en su Jaguar XJ Coupe en CD. Curiosamente, ambas compilaciones terminaron siendo muy exitosas y fueron baratas de producir.
Desde hace más de una década, tu banda de apoyo, The Light, ha sido esencial en estas reinterpretaciones. ¿Cuál es la dinámica creativa dentro del grupo?
Los chicos trabajan muy duro para hacerlo bien porque, como yo, ante todo son fans de estas canciones. Ojalá las hubieran escrito ellos, de verdad.
Ahora tengo la oportunidad de hacer que suenen exactamente como quiero, que, por suerte, es como fueron escritas originalmente, y me mantengo absolutamente fiel al sonido original. Se hacen algunos cambios, pero solo por necesidad. Si una canción es difícil, no tengo la opción de descartarla como hacía New Order; tengo que tocarlas todas. Es aterrador, incluso terrorífico, pero increíble cuando lo logras.
¿Cómo afrontas la responsabilidad de interpretar canciones que son tan importantes para tanta gente?
Es mi trabajo. Un trabajo que tengo la suerte de tener y de seguir pudiendo hacer.
Joy Division surgió en un contexto social y político muy específico. ¿Cómo crees que ese entorno influyó en la música y estética de la banda?
Sí, nos influyó mucho. Básicamente, la vida en los años 70 se sentía en blanco y negro, y en los 80 cambió a color.
El bajo de Peter Hook, desde los días de Joy Division, es inconfundible. ¿Cómo desarrollaste ese estilo y en qué te inspiraste?
Mis principales influencias fueron Jean-Jacques Burnel (The Stranglers) y Paul Simonon (The Clash). El estilo se desarrolló por necesidad y creció cuanto más componía.
En los últimos años, la nostalgia ha traído de vuelta sonidos que tú ya practicabas desde finales de los 70. Han surgido muchos artistas que emulan ese estilo. ¿Notas un cambio generacional?, ¿un cambio muy abrupto desde que empezasteis?
Sí, ha sucedido. Es un gran halago que nuestra música, tanto de Joy Division como de New Order haya trascendido generaciones y que ahora la gente venga a los conciertos con sus hijos.
La tecnología ha hecho que la música sea mejor y peor, al igual que internet. Ha habido demasiados cambios como para hablar de todos aquí: algunos malos, algunos buenos y otros terribles… Sampling, streaming, piratería… la lista es casi interminable.
En la era digital, ¿cómo crees que se preserva el legado de bandas como Joy Division y New Order? ¿Qué papel juegan las nuevas plataformas y las redes sociales en esto?
¡Dios, muy buenas preguntas! Podrían dar para horas de debate (risas). Yo solo hago mi parte porque soy un fan de Joy Division y New Order, y en los conciertos estoy en buena compañía. No sé qué más puedo decir. Sin mis seguidores mi carrera hubiera terminado hace mucho tiempo y no sería nada.
Has publicado libros muy interesantes como The Haçienda, Unknown Pleasures: Inside Joy Division y Substance: Inside New Order. ¿Tienes algún nuevo proyecto literario en marcha?
Sí, tengo un par en marca. Mis próximos libros se llamarán How Not To Be A DJ y Law And (New) Order.
Por último, ¿qué esperas que la gente recuerde de tu contribución al mundo de la música?
Por suerte, no se dejará de hablar de nosotros y nuestros discos se escucharán para siempre. Estoy muy orgulloso de ello.