ConciertosCrónicasDestacada

Peter Hook & The Light (LAB Sala Wagon) Madrid 07/03/25

Parece mentira que hayan pasado casi 20 años desde que Peter Hook abandonara New Order e iniciara nueva aventura en solitario, centrada en recuperar en directo el legado de sus dos bandas más recordadas y obviando aventuras con poco recorrido como Monaco, Revenge y Freebass.

Como nos confesaba en la reciente entrevista que mantuvimos con él: «Mi esperanza en 2010 cuando empecé con el proyecto de Peter Hook & The Light era tocar todas las canciones que ambos grupos habían escrito y grabado, antes de morir». Labor que desde entonces llevan cumpliendo a rajatabla, disco a disco, con en objetivo de interpretarlos de la manera más fiel al sonido original con el que fueron compuestos.

Para quienes no terminen de entender la intención absolutamente lícita de un músico que aparte de ser miembro fundador de Joy Division y New Order, es también co-compositior del grueso del repertorio de ambas formaciones, no tenemos más que recomendarles atender a uno de sus shows para despejar toda duda. Podría decirse que se ha perdido la urgencia con la que fueron creadas estas canciones, que han pasado más de cuatro décadas desde que fueron compuestas, o que su voz poco tiene que ver con la de Bernard Sumner o con la atormentada de un veinteañero lleno de angustias como Curtis, pero… ¿qué más da?, ¿de qué otra manera sino en un concierto de Peter Hook & The Light vamos a poder trasladarnos a ese legado que se lleva replicando en mil y una bandas y aquí llega de la mano de uno de sus principales responsables?

Y es que sorprende -para bien- la entrega, el respeto y el buen hacer de unos músicos que volviendo a la entrevista «trabajan muy duro para hacerlo bien porque, como yo, ante todo son fans de estas canciones». Que en la presente gira nos citaron con los monumentales recopilatorios Substance, recuperados en gran parte durante dos horas y media largas. Un tour que arranca con el de New Order, que para eso se publicó un año antes, y nos regala alguna que otra concesión por noche sacada de época. En Madrid nos tocaron la poderosa «Crystal» del que será su próximo repaso en directo en unos meses, Get Ready (2001), y ese gran single de Power, Corruption and Lies (1983), «Age Of Consent».

Hooky sigue siendo la estrella de siempre, con su magnético poderío escénico y esas icónicas líneas de bajo que llegan a tonos altos, puntean y visten cada tema con la compañía de Jack Bates en el bajo adicional, Paul Kehoe en la batería, su colega de Monaco David Potts en la guitarra y voz, y Martin Rebelski en los teclados.

Entraron en materia con un repaso a los sencillos de esa primera etapa de New Order, con una vibrante «Ceremony», la serpenteante base de «Everything’s Gone Green» y enseguida, dos balas imposibles de esquivar: «Temptation» y una «Blue Monday» más oscura y menos festiva que en la forma que tienen de abordarla sus innombrables (guiño guiño) ex colegas. Fidelidad con los temas originales, la voz de Hook con sus limitaciones, pero realzada con la compañía de Potts, y poco a poco, ese post-punk que definió una era fue tornándose en el pop electrónico más icónico de los 80. Ese que dejó maravillas como «Confusion», «Thieves Like Us» o «The Perfect Kiss». Completamente metidos en la rave de los de Manchester y con el público absolutamente entregado, remataron muy arriba con»Bizarre Love Triangle» y una «True Faith» verdaderamente portentosa.

Las caras de satisfacción entre el personal no anticipaban que lo mejor aún estaba por llegar, ya que tras una pequeña pausa y los acordes de esa «Trans Europe Express» que tanto le gustaba a Ian Curtis y con la que introdujo a sus compañeros en el maravilloso mundo de Kraftwerk, llegó el set de Joy Division. Una nueva hora de intensidad casi elegíaca.

El regalo que fue escuchar esas «Exercise One» o «Something Must Break» que descubrirnos en Still, volver a los ecos de «New Dawn Fades» y que ese «3,5,0,1,2,5, Go!» que da paso a una «Warsaw» enlazada con «Leaders of Men» y «Digital», nos electrocute y antes de volver a la realidad, veamos pasar por nuestra memoria, uno a uno, todos los proyectos que desde el primer revival del post-punk han soñado en acercarse a lo que fueron Joy Division sin conseguirlo.

La Sala Wagon se congeló con «Autosuggestion» y la nueva sacudida de las esperadas «Transmission» y «She’s Lost Control» anticipada por la pulsión de Hook, volvió a elevar a un público perplejo, que terminó de explotar con, quizá, el momento más memorable de la noche con la recuperación de esa «Shadowplay» de Unknown Pleasures (1979). Y decimos quizá, porque no se quedaron muy atrás una «Dead Souls» que como nos recordó el bajista era una de las canciones favoritas de Curtis, ni la siempre desarmante «Atmosphere» que David Potts quiso dedicarle al fallecido guitarrista de The Damned Brian James, y claro, una «Love Will Tear Us Apart» que es historia de la música popular y se alargó como himno que es y terminó siendo coreada durante un buen rato por una audiencia agradecida por la entrega y el viaje a esos rincones de la memoria que nunca se borrarán.

 

Fotos Peter Hook & The Light: Óscar Carreño

WP-Backgrounds Lite by InoPlugs Web Design and Juwelier Schönmann 1010 Wien