Singles Supremos: “Rome wasn’t built in a day” de Morcheeba

Sin duda, la ocasión en que los exquisitos británicos Morcheeba más han logrado llamar la atención de diversos tipos de públicos fue por medio de su single supremo “Rome wasn’t built in a day”. ¿Motivos? El principal, seguramente, es que esta primorosa, bailable y optimista canción contiene una atrayente y compensada aleación de pop, góspel y soul; a los cuales se añaden unas altamente calculadas gotas de funk y también de rock guitarrero.

En consecuencia, es este un tema que le echó el guante al nº1 en Polonia, al nº2 en Nueva Zelanda, al nº7 en Italia y al nº10 en Bélgica; además de al nº34 en Inglaterra, la cual ha sido hasta ahora la posición más elevada de un single de Morcheeba en las listas oficiales de su país natal.

(Chorus) / (Estribillo)

You and me we’re meant to be / Tu y yo estamos destinados
walking free in harmony. / a caminar libres y en armonía.
One fine day we’ll fly away. / Un buen día volaremos lejos.
Don’t you know that / ¿No sabes que

Rome wasn’t built in a day?, Hey hey hey! / Roma no se construyó en un día? ¡Oye, oye, oye!

In this day and age it’s so easy to stress / Hoy en día es fácil estresarse
‘cause people are strange / porque la gente es extraña

and you can never second guess. / y no sabes nunca como van a actuar.
In order to love, child, we got to be strong. / Para enamorarnos, chico, debemos ser fuertes.
I’m caught in the crossfire. / Estoy atrapada en un fuego cruzado.

Why can’t we get along? / ¿Por qué no podemos llevarnos bien?

(Chorus) / (Estribillo)

You and me we’re meant to be / Tu y yo estamos destinados
walking free in harmony. / a caminar libres y en armonía.
One fine day we’ll fly away. / Un buen día volaremos lejos.
Don’t you know that / ¿No sabes que

Rome wasn’t built in a day? Hey, hey, hey! / Roma no se construyó en un día? ¡Oye, oye, oye!

I’m having a daydream, / Estoy soñando despierta,

we’re getting somewhere. / estamos llegando a alguna parte.
I’m kissing your lips / Estoy besando tus labios

and running fingers through your hair. / y pasando mis dedos por tu pelo.
I’m as nervous as you about making it right. / Estoy tan impaciente como tú por hacerlo bien.
Though we know we were wrong, / Aunque sabemos que estamos equivocados,

we can’t give up the fight. / no podemos abandonar la lucha.
Oh no! / ¡Oh, no!

(Chorus repetition) / (Repetición del estribillo)

La letra, sencillamente, podría referirse a dos personas, donde ella le demanda a él que el amor que ha nacido entre ambos deben ir construyéndose muy despacio para que ese mismo romanticismo llegue a ser algo consolidado y que merezca la pena, a pesar de las diversas dificultades que puedan emerger durante el emocional trayecto.

La canción comenzó a forjarse en la época más estable del terceto original como tal, es decir, en este caso concreto, a mediados del año 1999. En aquel punto temporal, el multiinstrumentista, compositor, arreglista y productor Ross Godfrey escribió las primeras líneas del estribillo y además tuvo él, ahí mismo, la idea para el título de la canción.  Una vez gestada la base textual, Ross se dirigió al domicilio de su hermano Paul Godfrey (también éste compositor, productor y arreglista) para enseñarle aquellas primeras anotaciones y después de eso, ambos se fueron introduciendo en el estudio para ir concretando el inicio de la grabación.

Según declaraciones oficiales del propio Paul Godfrey, fue en esos momentos cuando nació el éxito que explotó luego, en el año 2000, en las sucias radios de las obras de la construcción de todo el planeta. Por su parte, Ross Godfrey solía bromear acerca de que cuando la gente encendía sus reproductores en los coches y sonaban las atmosféricas canciones anteriores de Morcheeba, los conductores se dormían y chocaban sus vehículos; así que la banda pensó componer algo más adecuado y “diurno” para que esos supuestos sucesos no pasaran. Durante ese año 99, los hermanos Godfrey parecieron tener la firme intención de hacer brotar algo distinto respecto a su material ambiental y “downtempo” creado entre 1996 y 1998, el cual parecía ya cansarles, incluso a ellos mismos, durante los directos de la propia banda, por ejemplo.

Sin embargo, después de publicarse la tonada, a los fans más antiguos y acérrimos de la banda no les agradó lo más mínimo que Morcheeba aparcara su reposado estilo con ecos chill-out y se decidiera por un ritmo más acelerado y animado; donde la vocalista Skye Edwards fue, además, de la misma opinión que sus primeros seguidores e incluso ella empezó detestando y no aceptando su propio “hit”, al igual que les pasó a otros renombrados artistas. En concreto, ella sintió, en el año 2000, que había retrocedido como cantante y es que esos mismos registros vocales de funk-pop ya los había ejecutado (bastante a disgusto, por cierto), como corista, en una banda de versiones en la que Skye militó anteriormente; así que, mediante los colores melancólicos y calmados de Morcheeba parecía (y solo parecía) que toda esa jovial manera de entonar había quedado atrás, tal como deseaba la misma Edwards.

Incluso los hermanos Godfrey, al principio, consideraron repleta de ñoñería “Rome wasnt’ built in a day” y dudaron incluso en acabar de componerla, después de concebirla. Además, Skye Edwards, Ross Godfrey y Paul Godfrey son personas bastante tímidas y siempre les ha costado sobrellevar eso de que una numerosísima multitud ponga sus ojos en ellos, sin embargo, aquel tan pegadizo single significaba tener que enfrentarse a esto último.

Por contra y sin embargo, la misma Skye explicó que a través del tema “romano”, Morcheeba quería sonar, por fin, en todas las radios; aunque fuera a costa de aparcar sus orígenes más orientados al trip-hop o a la neo-psicodelia. Como refuerzo de ésto último, otras zonas mentales de los dos hermanos Godfrey deseaban un reconocimiento masivo y que alguna gente dejara de considerarles sombríos y sin sustancia debido a discos como Who can you trust? (1996) y Big Calm (1998).

De ese modo, el grupo se topó con una propia paradoja creativa y con una encrucijada artística de intrincada resolución.

Efectivamente, otros tipos de audiencias adoraron la canción “Rome wasn’t built in a day” pero, sin embargo, hubo que pagar un precio porque tanto la prensa especializada británica como los citados adeptos más leales y “underground” parecieron dar la espalda a la tonada y, por extensión, al bastante vivaz LP Fragments of Freedom, del año 2000. En otras palabras que aquella nueva apuesta más abierta y directa resultó un “desprestigio”, siempre según esos círculos ingleses; una circunstancia contraria ésta que el propio grupo trató de subsanar en su siguiente álbum de 2002, Charango.

Así que el interrogante podría ser: ¿debieron arriesgarse hacia aquel cambio Morcheeba o no debieron hacerlo? Nunca llueve a gusto de todos, como proclama ese viejo refrán y eso mismo de no convencer a todo el mundo, les tornó a suceder al terceto de Kent en el citado año 02, con Charango; además de que, para colmo de problemas, se produjo la salida de la banda por parte de la co-fundadora Skye Edwards, en 2003.

Sin embargo, con el paso del tiempo, a la propia Edwards le pareció divertido cantar “Rome wasn’t built in a day” y además reflexionó la fémina acerca del hecho de aquella era la melodía que el público más jaleaba en los directos; así que la muchacha se acabo reconciliando con este corte cuando ella retornó al núcleo de Morcheeba, en el año 2009 (aunque, quizás, ya sin la apetencia de tornar a repetir la susodicha y gigantesca jugada comercial).

 

 

Mi opinión personal es que a Morcheeba siempre es recomendable escucharlos sea cual sea el estilo musical que aborden porque su amplia calidad nunca la descuidan (entre otros ejemplos sobre ellos, Big Calm o Fragments of Freedom resultan dos álbumes espléndidos, aunque sean distintos entre sí; estima el que aquí redacta).

Yéndonos ya a la parte técnica, comentaremos que, en su modo de vocalizar Skye Edwards suele ser influenciada, por ejemplo, por Shirley Bassey, Sade o Billie Holliday y en la primera parte de “Rome wasn’t built in a day” canta ella con su estilo considerablemente bonito, azucarado y sensual. Sin embargo, para el éxtasis vocal del tema, o sea, cuando éste avanza y se vuelve grandilocuente el estribillo y su suma el nutrido coro, la misma Skye ofreció una relativa sorpresa, en aquel instante, y pareció disfrazarse ella de la mismísima Aretha Franklin durante los tonos más altos y más enérgicos. Resplandece aquí como el oro la metamorfosis de esta cantante londinense, a la cual, por cierto, le llevó 6 tomas previas antes de alcanzar la textura idónea de su voz; siempre refiriéndonos a la pieza que hoy nos ocupa, evidentemente.

Agregaremos que el colaborador habitual Derek Green y su grupo vocal, compuesto por Joy Rose,  Dee Lewis y Paul Jason Fredericks, cantaron juntos y no por separado, de cara a las pistas de grabación de los citados coros, trabajando de este modo para captar mejor el sentimiento góspel; todo ello siempre en coordinación con la aludida segunda parte vocal de Skye Edwards, la cual replica a dichos épicos “background vocals” de los mentados Green y compañía.

Por su parte, el productor Peter Norris también injertó, a través de la mesa de pistas, algún bucle de esa última parte de la interpretación gospeliana de “Rome wasn’t built in a day”; además de que el mismo Peter se preocupó, cuidadosamente, de que las propias voces de todas las personas implicadas fueran lo que más sobresaliese en la canción, al igual que ya llevaron a cabo muchos grupos de los años 60. También trató Norris de no hacer coincidir demasiados instrumentos en cada instante del propio corte.

Ya que hablamos del proceso de la grabación del tema, contaremos que éste mismo resultó mucho más complicado que con cualquier otra canción de la banda. Aunque Paul Godfrey y también el aludido productor Peter Norris  siempre prefirieron el registro analógico y nunca les había agradado el sistema digital, por contra, para “Rome wasnt’ built in a day” ambos optaron  por este último por medio de la modernísima estación de trabajo Pro Tools 3, para así poder tratar mejor la mayor sofisticación planteada para esta canción, en concreto.

En un principio todo comenzó de forma sencilla antes de ir adquiriendo pomposidad técnica, ya que Ross Godfrey grabó 4 minutos de batería en un walkman convencional y después trasladó esta maqueta básica a la mesa de mezclas de 4 pistas; sumando luego, además, una parte improvisada de guitarra. Por su parte, Skye Edwards fue dando ya la primera idea de como iba a ir cantando la tonada. Fue ahí mismo, cuando ya fueron sumando algunas interpretaciones, todavía no muy definidas, de los colaboradores, como la del baquetero Martin Carling, el cual luego le quitó a su kit de batería  algunos elementos de la misma que no iba a utilizar para así evitar ecos no deseados o también el arreglista de cuerdas Steve Bentley-Klein, el cual proporcionó una primera guía a los teclados.

Todos los citados hicieron su interpretación de manera espontánea y simple, como si fuera una jam session en plan “vintage”, todo ello para favorecer la estructura y el flujo del tema y no adentrarse en barroquismos tecnológicos, de momento. Una vez concluida la primera maqueta satisfactoriamente, los músicos fueron grabando sus partes de modo más concreto y definitivo, además de que ya entró en acción el avezado productor Peter Norris que, por ejemplo, introdujo en el sampler los tambores de Martin Carling y demás tratamientos técnicos con los diversos aparatos sofisticados; todo ello para tener cierto control sobre dicha parte percusiva y otros instrumentos.

Como decimos, el resto de personal comenzó a hacer sus sobregrabaciones sobre la “demo” de base, dejando para el final la interpretación del bajista Steve Gordon, la del teclista Dan Goldman y una guitarra acústica del propio Ross Godfrey; el cual también agregó, por ejemplo, una serie de fracciones de guitarra eléctrica y las filtró por varios equipos de procesamiento; además de superponer también un ritmo funky a través de un teclado con pedal; el cual simula ser el propio instrumento de las seis cuerdas, curiosa y precisamente.

Insistimos que el registro de “Rome wasn’t built in a day” se fue volviendo más y más complejo y la música fue procesada por la ultra-avanzada plataforma informática Pro Tools 3.

Proseguiremos contando, que para la sección de viento, el productor Peter Norris y la banda tararearon un ritmo que tenían en mente, lo cual captaron a la primera los músicos de sesión, Steve Sidwell, a la trompeta y Chris White, a los saxofones tenor y barítono. Esta parte de los metales se sincronizó después con los altisonantes coros comentados antes.

Como resultado final, “Rome wasn’t built in a day” se convirtió un avance artístico que logró esquivar cualquier tipo de estancamiento creativo de Morcheeba; algo que la banda siempre ha tratado de llevar a cabo en su carrera; aunque ésto no haya satisfecho a todos los oyentes, como se explicó con anterioridad.

Apuntaremos, finalmente que “The Sea”, “Blindfold”, “Trigger hippie”, “Blood like lemonade”,  “Part of the process”, “Otherwise” o “Let me see”; entre otras muchas,  son todas absorbentes canciones por parte de la insigne banda del condado de Kent pero no cabe duda de que, quizás, para poder llegar con más facilidad hasta todos esas plácidas urbes sónicas creadas por Morcheeba, es posible que el Gran Público tenga que atravesar primero ese inmejorable pórtico de entrada denominado “Rome wasn’t built in a day”.

2 comentarios en «Singles Supremos: “Rome wasn’t built in a day” de Morcheeba»

  • el 21 abril, 2023 a las 3:12 pm
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    Vaya pasada de artículo, vaya pasada de grupo y vaya pasada de canción.
    Formidable escrito acerca de Morcheeba, un conjunto musical lleno de talento, liderado por la fabulosa Skye Edwards, con su portentosa voz almibarada o enérgica según sea la tonada.
    Un muy buen single para levantar el ánimo.
    Bravo Txus y Bravo MZK.

  • el 26 abril, 2023 a las 10:30 pm
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    Efectivamente, Roma no se construyó en un día, pero sí la fama de Morcheeba se cimentó de inmediato a través esta alegre y contagiosa tonada, no igualando posteriormente dicha cima creativa. Ya pasa, más de una y dos veces, que grupos o artistas reniegan de temas que les dieron celebridad, a su pesar, pero que vuelven al final, deudores del éxito conseguido. Skye lo intentó en solitario, pero no pudo sino claudicar ante el recuerdo que la gente tenía de tan redonda canción, tanto como el impresionante análisis efectuado con grandísimo acierto acerca de la misma /desconocía que participó también el saxo de Chris White) y de la trayectoria del grupo por parte del maestro Txus Iglesias. Enhorabuena para él y para Muzikalia por alegrarnos el día al traernos este tema. Un cordial saludo.

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