U2: las canciones de sus últimos dos discos de mejor a peor

Hoy Bono cumple 59 años y para felicitarle, vamos a reivindicar su reciente discografía. Hace cuatro años U2 resucitaron, se reiniciaron, se renovaron. Llámalo como quieras, pero tras una secuencia de discos aburridísimos, nadie se esperaba uno de la talla de Songs of innocence (2014), que resultó ser lo mejor que habían hecho desde All that you can’t leave behind (2000). Pero resulta que además tenían un plan trazado y que pensaban seguir a Songs of innocence con un disco hermano que vería la luz años después y que bajo el título de Songs of experience (2017) volvió a subir el listón, siendo su mejor trabajo desde los tiempos de Achtung baby (1991) y Zooropa (1993). Ahí es nada. En realidad, Songs of innocence y Songs of experience más que dos discos hermanos, son dos discos hermanados que a su manera cuentan la transición de la inocencia a la experiencia para regresar a la inocencia. Sí, todo muy filosófico pero también emocionante. Hemos decidido sumar todas sus canciones (incluidos bonus tracks porque somos así de majos), agitar la coctelera y ordenarlas de mejor a peor, pese a que (casi) todas son estupendas.

«You’re The Best Thing About Me»: Lo tiene todo para volarte por los aires, una producción moderna y una estructura de esas que solo U2 saben hacer, con distintas melodías, diferentes partes y muchos detalles (los teclados hacen cosas muy chulas). Además, es una canción de amor que no cae en tópicos coñazo y que tiene un ritmo de esos que reaniman paradas cardíacas.

«Love Is Bigger Than Anything In Its Way»: Con su video U2 apoyaron a los colectivos de diversa orientación sexual y solo por eso ya es guay, pero no nos engañemos, esto no es rock, es pop, pero pop muscular, como debe hacerse, con mensaje y el mejor puente que U2 haya escrito nunca, cuando Bono canta eso de: «If the moonlight caught you crying on Killiney Bay…»

«The Blackout»: Vaya bofetada en la cara. Uno de esos temas con nocturnidad y alevosía como fueron “Even better than the real thing”, “The fly” o “New York”. Adam Clayton vuelve a presentar su candidatura a bajista más cool de los estadios y aunque no sabemos si ganaría (¡ahí está Duff McKagan!), lo cierto es que “The blackout” es una canción ganadora. Al igual que en “You’re The Best Thing About Me”, U2 se vuelven a romper la cabeza para meter diversas partes con gancho en una sola canción. Otros sacarían de ésta tres buenos temas, los irlandeses hacen uno demoledor y concentradito.

«Every Breaking Wave»: Los hay que prefieren su versión acústica a piano, que está muy bien, pero nosotros vamos con la original, porque el riff que The Edge libera en el estribillo es muy emotivo, muy U2 y fresco a la vez, lo cual es muy difícil de conseguir, especialmente cuando en anteriores ocasiones habían caído en su propia trampa. Aquí no, aquí triunfan por todo lo alto y eso que la tenían guardada desde la grabación de No line in the horizon (2009).

«Get Out Of Your Own Way»: ¿Se acerca Bono al hip hop durante el fraseo? A lo mejor un poco, pero lo justito para acoger la influencia sin que U2 pretendan meterse en el urban. Queda original. El ritmo y la explosiones de la canción nacen del hit “Beautiful day” pero que nadie se equivoque, estamos ante una canción completamente original con melodías sublimes en la música y letra se entrelazan en una corriente de optimismo.

“Iris (Hold Me Close)”: Las canciones inspiradas por la temprana muerte de la madre de Bono son habituales y siempre son buenas. Ahí están “I will follow”, “Lemon”, “Mofo” (sí, “Mofo” es un temazo) y también “Iris (Hold Me Close)”, que envuelve la tragedia con un ritmo bailable en una estupenda paradoja. Es decir, ¿se puede bailar mientras se habla con una difunta? Claro que sí, ¿por qué no?

“American Soul”: U2 en modo rock. Una vez más demuestran que no hay banda más inteligente que ellos y hacen de una llamada al despertar espiritual de Estados Unidos algo mucho más genérico aplicable a cualquier lugar del mundo. Al igual que en “You’re The Best Thing About Me” tenemos multiples partes y melodías que abren nuevos caminos al oyente con un ritmo trepidante. Y recuerda: «You – are – rock and roll! You – and – I – are – rock and roll!».

«Book Of Your Heart»: Así se las gastan los U2 de hoy día, te meten como bonus track una canción de quilates que bien podría haber entrado en el álbum. De hecho, debería haber formado parte de Songs of experience. Tiene la solemnidad de “Love is blindness” y casi todo su drama también. Excelente.

“The Miracle (Of Joey Ramone)”: El primer single, la canción con la que los mejores U2 regresaron. Un himno de estadio, un canto al primer encuentro con el rock and roll. ¿Cómo no sentirse identificado con ella?

“Volcano”: Sorprende que esta canción haya tenido tan poquita repercusión en el universo U2 cuando parecía llamada a ser un nuevo highlight de los conciertos. Apenas la han interpretado y no ha sido single ni nada. Pero nosotros no nos olvidamos de ella. Es otra de esas grandes canciones nocturnas de U2. No todo va a ser “Where the streets have no name”, ¿no?

“13 (There Is A Light)”: El problema de “13 (There Is A Light)” es que deriva de una canción tan excesivamente melosa como “Song For Someone”, que empalaga casi tanto como un grandes éxitos de Michael Bolton. Si ésta no hubiera existido, la tenebrosa “13 (There Is A Light)” habría puntuado aún más alto. Tiene algunos de los mejores versos de Bono (gran letrista, que nadie se olvide): «Darkness always gathers around the light (la oscuridad siempre rodea la luz)» y«Are you tough enough to be kind? / Do you know your heart has it’s own mind? (¿Eres los suficientemente duro como para ser gentil? / ¿Sabes que el corazón piensa por sí solo?)».

“Landlady”: Ésta es de esas canciones que va creciendo sin que te des cuenta. Empiezas pensando que la estrofa está muy bien, el estribillo te va cazando poco a poco y cuando llegue la coda final estás de rodillas a puntito de la lagrimita, un poco como pasaba con “Walk on”, solo que esta es mejor, muchísimo mejor.

“This Is Where You Can Reach Me Now”: Una canción sobre lo revelador que les resultó a los jóvenes U2 ver a The Clash en vivo. De hecho, ¿no es la segunda parte de la canción un homenaje a su bastardo sonido? Destaca especialmente la fantasmagórica guitarra de The Edge en ciertos pasajes.

“Sleep Like A Baby Tonight”: Un regreso a la época de Achtung baby y Zooropa, a medio camino entre ambos álbumes. Solo falta que en lugar de Bono, la cante McPhisto. Programaciones, sonidos sintéticos, guitarras que crujen desde el futuro. “Sleep Like A Baby Tonight” tiene la letra más crítpica de U2 en mucho tiempo. ¿Avaricia, egoísmo y caos? ¿Abuso?

“The Crystal Ballroom”: El hedonismo de Pop (1997) traído de vuelta en otro bonus track que, pese a su condición, está muy por encima de lo que puede esperarse de una canción de regalo y puntúa más alto que canciones oficiales contenidas en los discos.

“Lights Of Home”: Posee un enorme poder y es muy cinematográfica, pero resulta muy difícil de extraer de la secuencia del disco y fuera de ella pierde mucho significado, quizá más por la producción que por la canción en sí.

“The Showman (Little More Better)”: En una primera escucha de “The Showman (Little More Better)” parece como si la fiesta se les hubiera ido de la mano a U2. Pero nada más lejos de la realidad. A la segunda escucha ya estás cantando y te das cuenta de que hay que relajar la tensión de vez en cuando.

“Red Flag Day”: El entramado ritmico entre el bajo grueso (pero grueso, grueso) de Adam Clayton y la batería de Larry Mullen da para minutos de deleite. El comienzo de “Red flag day” podría haber sido firmado por los Red Hot Chili Peppers pero el estribillo épico nos recuerda a los U2 de los comienzos, a los de War, aunque sin tonterías vintage.

“Love Is All We Have Left”: Si esta canción no está más arriba es porque fuera de Songs of experience no funciona bien. Es una introducción perfecta, pero individualmente no tiene la misma potencia que como apertura del disco. Y el uso del falsete con autotune es un puntazo que seguramente desquicia a los puristas pero como recurso dramático es efectivo.

“Raised By Wolves”: ¿El estribillo más potente y agresivo de U2? Posiblemente. ¿La segunda parte de “Sunday bloody sunday”? Podríamos decir que sí. O más bien una más en el ciclo terrorista de U2 junto a “Love is blindness”, “Staring at the sun”, “Please” y “Peace on earth”. Hablando de cilos, tiene un punto cinematográfico bastante atractivo, además.

“The Little Things That Give You Away”: El efecto “Volcano” vuelve a darse. “The Little Things That Give You Away” fue adelantada por la banda en los conciertos conmemorativos de The Joshua Tree y todos esperábamos que su versión de estudio fuera épica, una nueva “With or without you”, una nueva “One”. Se quedó en una canción bonita que nunca acaba de explotar pero… ¿y si esa es su belleza?

“Lucifer’s Hands”: Está muy en la línea de “Vulcano” y “American soul”, quizá demasiado. Pero qué buena es. U2 en plan rock, ya sabéis, pero cuando se pone en ese plan sencillote y les sale bien, la canción se te queda en la cabeza forever and ever. Eso es lo que pasa con “Lucifer’s Hands”, que es una cara B más que digna.

“The Troubles”: Una nueva canción política sobre el conflicto irlandés que U2 conocen muy bien y otra más en una cadena que casi da para un álbum recopilatorio conceptual. La voz de Lykke Li empasta muy bien con la del cantante, consiguiendo un toque sexy que no hay que menospreciar.

“Summer Of Love”: La acidez funciona en una canción que encierra el drama de la guerra entre irónicos -y engañosos- arrumacos de amor californiano. U2 siguen sabiendo ser mordaces y elegantes a la vez.

“Cedarwood Road”: “Cedarwood Road” está muy bien, pero solo alcanza su clímax en directo, su versión de estudio queda por debajo. Tiene un riff en plan Jimmy Page bastante meritorio y es un buen tema, pero no brilla como los demás por mucha carga emocional que suponga hablar de la adolescencia de Bono.

“California (There Is No End To Love)”: Bonita pero la más inofensiva de todo Song of innocence. De tan alegre, resulta cero dramática. Ahora, cumple su función y dentro del desarrollo del disco resulta indispensable.

“Song For Someone”: La balada para todos los públicos, un tipo de canción de amor que tiene lógica dentro de la temática de Songs of innocence pero que resulta demasiado almibarada. Demos gracias porque de ella se generara “13 (There’s a light)”, que borra para siempre a “Song for someone”.